“Lo que no se mide no se puede mejorar. Lo que no se mejora, se degrada siempre”
(William Thomson Kelvin)
Si lo piensas un poco, muchos de los datos actuales que se manejan en ámbitos científicos, sociales o políticos son monitorizaciones: la temperatura ambiental, la presión atmosférica, el número de personas inscritas al paro, la cantidad de turistas extranjeros que llegan a España, la salinidad del océano, la audiencia televisiva, etc.
Estas monitorizaciones se convierten en series temporales de gran valor que son fundamentales para poder determinar variaciones, máximos, medias, modas, etc. sirviendo de base para, por ejemplo, diseñar modelos o predecir comportamientos.
Pues bien, con la monitorización energética ocurre exactamente lo mismo. No podrás conocer si tu consumo aumenta o disminuye con el tiempo, si sobrepasas la potencia contratada o cual de tus locales despilfarra más energía, sin un buen sistema de monitorización.
¿Qué es un sistema de monitorización de energía?
Básicamente, es una herramienta que permite recopilar, almacenar, enviar y visualizar los datos de consumo de un determinado contador fiscal, un equipo o un proceso industrial. La monitorización comprende varias partes:
- Por un lado, lo que se quiere monitorizar; desde un contador fiscal, si se quiere monitorizar el consumo total, hasta consumos parciales como puede ser el sistema de iluminación, o un único proceso, por ejemplo, el consumo de unas cámaras frigoríficas o de una línea de envasado.
- Por otro lado, los equipos necesarios para recopilar, almacenar y enviar los datos. Los sensores son los encargados de leer la información de los consumos. El almacenamiento de estos datos se realiza mediante dataloggers que, bien la almacenan (monitorización in situ), o bien la envían a un servidor (monitorización en remoto o telecontrol).
- Y, por último, la información se visualiza mediante una plataforma informática. Esta plataforma puede ser desde una hoja de cálculo hasta un software de gestión energética, como por ejemplo SEINON o DEXMA. Estas plataformas permiten procesar todos los datos obtenidos de forma sencilla facilitando la toma de decisiones.
¿Qué ventajas tienen los sistemas de monitorización?
La monitorización presenta múltiples ventajas para la gestión energética:
- La principal ventaja es la rapidez con la que se dispone de la información, permitiendo llevar a cabo un seguimiento de forma rápida y cómoda del consumo energético. Esto permite al gestor reaccionar de manera remota ante cualquier incidencia casi a tiempo real.
- La monitorización ayuda al gestor en la realización de auditorías energéticas al disponer de una gran serie temporal de datos.
- Con estos datos se puede comprobar de manera sencilla si la potencia contratada se ajusta a la demandada, si existen consumos fantasmas en las instalaciones, si la batería de condensadores está funcionando como debería, si existen deficiencias en el funcionamiento de los equipos consumidores de energía, etc.
- Permite conocer la evolución de los indicadores energéticos a medida que se van implementando las medidas de mejora, convirtiéndose en una herramienta muy útil a la hora de motivar al personal y conseguir su implicación en la eficiencia energética de la empresa.
Como puedes ver, la monitorización es una herramienta muy útil para conseguir aumentar la eficiencia energética de tu empresa. Y, aunque no es de buena educación hablar de dinero, es más barata de lo que te imaginas.
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